LAS MAMÁS EN MI ARTE
Comparto estas imágenes de la maternidad que he ido creando a través de los años.
Aún antes de ser madre, me inspiraba la maternidad. Este es uno de mis primeros grabados inspirado, por este tema. Creé Maternidad en 1992, cuando todavía estudiaba en CCNY.
Después, cuando tuve a mi hijo, pinté esta imagen de una madre dando el pecho a su bebé mientras se mece en un sillón. Pasé tantas y tantas horas en esta tarea... Julián tenía hambre cada hora... ¡Fue el trabajo más difícil de mi vida! Pero me ayudó a crear una hermosa unión con mi hijo, quien creció sano y sin alergias. ¡Pensé que debía inmortalizar este momento en una pintura que se titulara El sillón!
Esta se titula Madre Patria y el original es una acuarela. La hice para una joven llamada Yomara, que quería darle un regalo "puertorriqueño" a su mamá, pero tenía el problema de que su madre detestaba todo lo que tuviera el sello de puertorriqueño. Le dije: "No te preocupes, a ella le va a encantar tu regalo puertorriqueño!" La hice posar junto a su pequeño hijo Keanu, y creé esta imagen tierna que no sólo los representa a ellos pero también ilustra una imagen patriótica para todos los puertorriqueños, incluso aquéllos que se sienten un poco confundidos o defraudados por su madre patria.
Esta es otra pintura "post-partum", que pinté tres años después de tener a mi hijo. Cesarea al amanecer fue inspirada por un poema escrito por mi amiga Tita Dalia que mencionaba su cicatriz de la cesárea. Creé una ilustración para su libro, que estaba diseñando en esos momentos. Luego, un día, cuando me dieron malas noticias acerca de mi salud, comencé espontáneamente a pintar esta pieza. Cuando pienso en por qué pinté esta imagen en particular, siento que fue porque en mi mente hice la conexión entre mis propias cicatrices, la dificultad y consecuencias físicas de amamantar a mi hijo, y la habilidad de crear vida de la naturaleza. Terminé pintando una imagen sanadora que me ayudó a pasar de la frustración y la tristeza a la luz y un nuevo comienzo.
Comencé Las cuatro hijas de Eva antes de irme al hospital para un transplante de células madre (stem-cell transplant). La dejé sin terminar, con la esperanza de volver y terminarla. Sobreviví y regresé. Me tomó un largo tiempo, por estar tan cansada y poder pintar sólo un rato a la vez. Quería pintar los orígenes de la humanidad y la unión entre todos los seres humanos. Ahora ella está en mi taller, recordándome nuestro inmenso poder de supervivencia y regeneración.
Cuando descubrí a María Magdalena por primera vez, la descubrí como la Madre. Esta idea la conectó con mi trabajo previo. Esta fue mi primera Magdalena. María Magdalena y Sara es una de mis pinturas favoritas porque me gustan la paz del momento y las manitos y piesitos de la bebé, así como los colores. Esta Magadalena está ahora en Ecuador con mi amiga Clemencia Cruel su hijita Rommy, quienes la han puesto en su altar. ¡No me puedo imaginar un mejor lugar para ella!
Descubrí por primera vez a la Virgen de Czestochowa por medio de mi amiga Raquel Z. Rivera y me enamoré de la imagen porque "me gusta la idea de que la Virgen Negra no sea de ningún origen étnico en particular sino que es una representación del poder de dar vida de la Tierra misma, la oscuridad de la cual nace la luz, la "Hodegetria", la que muestra el camino, la Madre que señala a su hijo para que mediante su guía lleguemos al máximo ideal de nuestra jornada humana. Y también la amo porque es oscura, está herida, por su antigüedad, su belleza y milagrosidad, y porque yo también soy una madre con un niño que una vez fue pequeño, oscuro, de ojos bizantinos. Yo también tengo muchas cicatrices en mi antiguo cuerpo, que no tengo miedo de mostrar." Me estoy citando y traduciendo yo misma... y me gustaría añadir que un día compré una de esas tarjetitas religiosas con esta imagen para dársela a Raquel, y ¿qué crees? A la misma vez, ese mismo día, en Montreal, Canadá, Raquel estaba comprando la misma tarjeta (en francés!) para mí. Este es uno de los muchos milagritos de la Magdalena que me dicen que la vida es mágica y es buena...